sábado, 27 de diciembre de 2008
- BERNSTEIN -
Leonard Bernstein
MÚSICA SIN BARRERAS
Leonard Bernstein nació el 25 de agosto de 1918 en Flafawrence, Massachusetts. Pianista, director de orquesta y compositor. Fue el primer director de orquesta nacido en los Estados Unidos que obtuvo fama mundial. Es conocido por dirigir la Orquesta Filarmónica de Nueva York, sus Conciertos para jóvenes en la televisión de los 60 y sus múltiples composiciones, entre ellas West Side Story (1961), Candide y Un día en Nueva York (1949).
Después de graduarse en la Boston Latin School en 1935 Bernstein acudió a la Universidad Harvard, donde estudió música con Walter Piston y se asoció brevemente con el club Harvard Glee. Al acabar sus estudios en Harvard (1939), ingresó en el Curtis Institute de Philadelphia, donde recibió la única nota de sobresaliente que Fritz Reiner concedió nunca en sus clases de dirección; y en el verano, acudía al Berkshire Music Centre (1940 y 1941). En esta época Bernstein también estudió piano con Isabella Vengerova y Heinrich Gebhard.
Los primeros años de Leonard Bernstein en Nueva York estuvieron llenos de trabajo duro y mucho entretenimiento. Después de una larga lucha interna y un turbulento noviazgo en el que se comprometió y rompió el compromiso varias veces, se casó con Felicia Montealegre Cohn el 9 de septiembre de 1951.
Fue muy considerado como director de orquesta, compositor (sin relación alguna con el compositor de bandas sonoras Elmer Bernstein), pianista y educador. Fue probablemente el director de orquesta más conocido por el público norteamericano, debido a su larga permanencia como director titular de la Orquesta Filarmónica de Nueva York, en 1944. Dirigió muchas otras orquestas de las más destacadas del mundo. Compuso tres sinfonías, dos óperas, una misa, cinco musicales (entre los que destaca por su popularidad West Side Story), y muchas otras piezas. Siguió diversos estilos: atonalidad, dodecafonismo, jazz.
En 1940 comenzó a estudiar en el instituto de verano de la Orquesta Sinfónica de Boston, Tanglewood, con el director de orquesta Serge Koussevitzki. Bernstein se hizo después asistente de dirección de Koussevitsky.1 Más tarde le dedicó su Sinfonía n.º 2 a Koussevitzki.
Fue nombrado director sustituto de la Orquesta Filarmónica de Nueva York. Poco después, el 14 de noviembre de 1943, hizo su debut cuando Bruno Walter enfermó. Tuvo un éxito inmediato y se hizo famoso puesto que el concierto se retransmitió a todo el país. El solista ese día histórico fue Joseph Schuster, violonchelista, que interpretó Don Quijote de Richard Strauss. Como Bernstein no había dirigido nunca esta obra, Bruno Walter ensayó con él antes del concierto.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la carrera de Bernstein empezó a desarrollarse internacionalmente. En 1949 dirigió el estreno mundial de la sinfonía Sinfonía Turangalila de Olivier Messiaen. Después de la muerte de Serge Koussevitsky en 1951, Bernstein asumió durante muchos años la jefatura de los departamentos orquestal y de dirección de Tanglewood. Fue nombrado Director titular de la Filarmónica de Nueva York desde 1958 hasta 1969. Hasta 1990 fue nombrado director laureado, dirigiendo la orquesta hasta cinco días antes de su muerte.
Se convirtió en una figura muy conocida en los Estados Unidos por una serie de cincuenta y tres programas titulado Conciertos para Jóvenes, que se televisaron a través de la CBS, en la que comentaba las obras que después interpretaba. Algunas de sus lecciones musicales se han divulgado en disco, junto a otras grabaciones premiadas con los Grammy. Hasta hoy, estos Conciertos para Jóvenes se mantiene como el programa de música clásica que más ha durado en una televisión comercial: se emitieron desde 1958 hasta 1972. Más de treinta años después, se repusieron 25 de estos programas en el canal de cable Trio y se comercializaron en DVD.
En 1947 dirigió en Tel Aviv por primera vez, inciando una larga asociación con Israel. En 1957, dirigió el concierto inaugural del Auditorium Mann en Tel Aviv; allí hizo muchas grabaciones. En 1967 dirigió un concierto en el Monte Scopus para conmemorar la reunificación de Jerusalén.
Dentro del género operístico, dirigió el estreno estadounidense de Peter Grimes (1946). En La Scala de Milán dirigió a Maria Callas en Medea de Cherubini y La sonnambula de Bellini. También dirigió un Tristán e Isolda en Munich. En 1966 debutó en la Ópera estatal de Viena dirigiendo Falstaff de Verdi, con producción de Luchino Visconti, y Dietrich Fischer-Dieskau como Falstaff). En 1970 volvió a esa ópera para la producción que hizo Otto Schenk de la ópera de Beethoven Fidelio. En 1986 dirigió su propia obra: A Quiet Place. Se despidió de la ópera de manera accidental en 1989: después de una representación de la Khovanshchina de Mussorgsky de repente entró en el escenario y abrazó al director de orquesta Claudio Abbado en frente de una audiencia sorprendida, pero divertida.
Desde 1970, Bernstein dirigió en muchas ocasiones a la Orquesta Filarmónica de Viena, y con esta orquesta grabó muchas de las obras que ya había registrado antes con la Filarmónica de Nueva York, incluyendo la integral de las sinfonías de Beethoven, Mahler, Brahms y Schumann. Le escogieron en 1973 para la Charles Eliot Norton Chair en su Universidad de Harvard, con el fin de que impartiera una serie de seis clases sobre música. Tomando el título de una obra de Charles Ives, llamó a esta serie de conferencias The Unanswered Question (La pregunta sin respuesta) que discute la evolución de la música clásica occidental hasta ese momento. Estas clases pueden verse hoy en libro y en DVD.
Recibió el premio del Kennedy Center en 1980.
En PBS en los años ochenta del siglo XX, fue el director de orquesta y comentarista de una serie especial sobre la música de Beethoven, que presentaba a la orquesta Filarmónica de Viena interpretando las nueve sinfonías de Beethoven, varias de sus oberturas, y la Missa Solemnis. El actor Maximilian Schell también aparecía en el programa, leyendo algunas cartas de Beethoven.
El día de Navidad, 25 de diciembre de 1989, Bernstein dirigió la Novena Sinfonía de Beethoven en el Schauspielhaus de Berlín Este como parte de una celebración por la caída del Muro de Berlín. El concierto fue retransmitido en directo para más de veinte países, con una audiencia estimada de cien millones de personas. Para la ocasión, Bernstein parafraseó el texto de la Oda a la alegría de Friedrich Schiller, diciendo «libertad» («Freiheit») en lugar de «alegría» («Freude»). «Estoy seguro de que Beethoven nos hubiera dado su consentimiento», dijo Bernstein.
Su actitud en el podio era muy gestual, extravertida, hasta el punto de haber visto criticados sus gestos exagerados. No obstante, fue un director bien considerado por los músicos, en particular los miembros de la Orquesta Filarmónica de Viena y la Orquesta Filarmónica de Israel, de la que fue un frecuente director invitado. Se le consideró particularmente adecuado para dirigir las obras de Gustav Mahler, Aaron Copland, Johannes Brahms, Dmitri Shostakovich, George Gershwin (especialmente Rhapsody in Blue y Un americano en París), y por supuesto con representaciones de sus propias obras (desafortunadamente, Bernstein nunca dirigió representaciones del Concierto para piano en Fa de Gershwin, ni de Porgy and Bess). Tenía la capacidad de ensayar toda una sinfonía de Mahler interpretando cada frase para la orquesta para expresar el significado preciso, y de emitir una manifestación vocal del efecto requerido, con un sutil oído perfecto para el que nada pasaba inadvertido.
Leonard Bernstein murió cinco días después de retirarse. Dirigió su última representación en Tanglewood el 19 de agosto de 1990 con la Sinfónica de Boston interpretando Four Sea Interludes de Britten y la Séptima Sinfonía de Beethoven.
Fallecido el 14 de octubre de 1990.
El día de su funeral, en la comitiva a lo largo de las calles de Manhattan, los obreros de la construcción se quitaron los cascos y saludaron al tiempo que gritaban «Goodbye Lenny». Bernstein está enterrado en el Green-Wood Cemetery (Brooklyn, Nueva York).
• Leonard Bernstein sólo compuso una banda sonora original para cine: La ley del silencio (1954).
• Cuando Bernstein impartía clases de Historia de la Música, solía poner ejemplos de canciones de los Beatles.
• Una vez grabó un disco en el que intervino un famoso pianista con el que no llegó a un acuerdo en la interpretación de las piezas musicales. La experiencia fue tan dura, que optó por grabar su voz al principio del disco explicando las desvanencias que habían surgido durante la grabación.
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