miércoles, 31 de octubre de 2007

- ARGENTORES -




QUE ES ARGENTORES




La Sociedad General de Autores de la Argentina -ARGENTORES- es una Asociación Civil de carácter profesional y mutual, constituída el 17 de diciembre de 1934. Tiene su domicilio legal en la ciudad de Buenos Aires.

Objetivos de ARGENTORES

La protección legal, tutela jurídica y administración de los derechos de autor y, a través de estas acciones, el enaltecimiento de la producción del autor destinada al teatro, cine, radio y televisión.

Perfil de la organización ARGENTORES es la única entidad del país facultada por Ley- 20.115/ 73 del 23 de enero de 1973- para percibir el derecho emergente de las obras utilizadas en todos los teatros, salas cinematográficas, emisoras radiales y canales de T.V (abierta y por cable) de Argentina; de las letras (novelas, episodios, argumentos, sketchs, radioteatros. etc) emitidos por los mismos medios de difusión; de la música orgánica de las óperas u operetas llevadas a escena o transmitidas en cines, emisoras y televisoras.





ARGENTORES desempeña su actividad en teatros, salas de cine, canales de T.V y radios de todo el país y representa, por convenios recíprocos con entidades similares y por contratos con agentes, representantes y apoderados, a la totalidad de los autores del mundo.

Actualmente ARGENTORES administra los derechos de dramaturgos, guionistas de radio, cine y televisión, coreógrafos y compositores de música para obras teatrales

ARGENTORES está facultada para conceder o negar el uso de las obras de sus socios en teatro, cine, radio y televisión, en el país y en el exterior; establecer las condiciones de esa utilización, fijar los aranceles correspondientes al derecho de autor y recaudar las sumas que devenguen las obras utilizadas.

Asimismo ARGENTORES tiene la representatividad para la defensa en juicio o ante quien corresponda, de los derechos del socio como autor, derechohabiente o simplemente representado, y para ejecutar todas las acciones derivadas de la aplicación de la Ley 11.723 sobre la propiedad intelectual y de las que se dicten en consecuencia.

martes, 30 de octubre de 2007

- LE PERA -





Alfredo Le Pera

EL OTRO GENIO



Alfredo Le Pera Sorrentino, nace en San Pablo - Brasil, un 8 de junio de 1900.
Cuando Carlos Gardel fue a Francia a filmar para la Joinville, se vio necesitado de reunir un núcleo de colaboradores, con la desventaja de que ya no se encontraban en París el experimentado Manuel Romero ni los artistas argentinos agrupados en la compañía de revistas del teatro Sarmiento de Buenos Aires. Gardel acudió a su amigo Edmundo Guibourg, pero éste le sugirió el nombre del poeta Alfredo Le Pera.

Alfredo Le Pera había nacido paulista, pero sus padres (de origen posiblemente calabrés) se trasladaron a Buenos Aires un par de meses después. Vivió en el barrio de San Cristóbal y cursó el bachillerato en el Colegio Nacional Bernardino Rivadavia, situado en Chile entre Solís y Entre Ríos. Allí tuvo como profesor al crítico teatral Vicente Martínez Cuitiño, español que influyó en su vocación como poeta. También estudió piano, lo que le permitiría tener nociones básicas del pentagrama. Impulsado por su familia, comenzó la carrera de medicina, pero en el curso del cuarto año prevaleció su inclinación por el periodismo.





Más adelante, se dedicaría a escribir argumentos para obras de teatro, además de algunas letras para tango. Su éxito mayor -antes de asociarse a Carlos Gardel- sería "El Carrillón de la merced".

En 1920 hizo sus primeras armas en las páginas de espectáculos de El Plata, colaborando además en El Mundo, Última Hora, La Acción y El Telégrafo, diarios para los que trabajó en las secciones de información general y crítica teatral.

También se desempeñó como autor de teatro: su primera obra fue la revista “La Sorpresa del Año” (1927), escrita en colaboración con el empresario Humberto Cairo. Le siguieron luego “Los modernos mandamientos”, escrita junto con Alberto Ballestero y D. Gainza; “Gran circo político”, con Julio Filiberti Escobar; “Melodías de arrabal”, “¡Qué quieren los brasileños!”, “Piernas locas”, “Rojas bocas”, “La vida se va en canciones”, “Está abierta la heladera”, “Ya están secando con Broadway” y “La plata de Bebé Torre”, en colaboración con Pablo Suero y Manuel Sofovich y con la actuación de Pepe Arias; “Opera en jazz”, “Piernas de seda” y “Un directo al corazón”, realizadas en equipo con Antonio De Bassi, Antonio Botta y Carlos E. Osorio. Desde su posición como jefe de la sección “Teatros” de El Telégrafo entabló muy buenas relaciones con importantes hombres del espectáculo, como Augusto Álvarez, empresario del teatro Porteño y luego del Broadway.





Por motivos profesionales realizó varios viajes a París. Al volver a Buenos Aires comenzó a trabajar en la traducción y confección de títulos para películas silentes, realizando dicha tarea junto con Leopoldo Torres Ríos, quien más tarde sería un relevante director del cine argentino.

Tiempo después, su oficio de traductor de películas facilitó un nuevo viaje a París a fines de 1931, donde ingresó en la compañía cinematográfica Artistas Unidos para traducir al castellano las leyendas impresas de las películas mudas. En ese tiempo conoció a distintas figuras de la cinematografía y redactó notas para Noticias Gráficas, en las que reflejó el impacto que le produjeron dos destacados directores, el francés René Clair y el inglés Alfred Hitchcock.

Junto con Carlos Gardel escribió un sinnúmero de temas, entre los cuales puede mencionarse "El día que me quieras", "Cuesta abajo", "Soledad" y "Sus ojos se cerraron". Asimismo, sería el guionista de las películas de Gardel tanto en Francia como en los Estados Unidos.




El 24 de junio de 1935 Alfredo Le Pera, acompañaba a Carlos Gardel, y algunos de sus músicos, entre ellos el Indio Aguilar fallece en el choque de dos aeroplanos a punto de despegar sobre la pista del aeropuerto Enrique Olaya Herrera de la ciudad de Medellín, Colombia.

Este excelente binomio compuso (Le Pera: letrista y Gardel: compositor) la más prolífica arquitectura de lo que después se dio en llamar “el tango canción”. Inolvidables temas ricos en contenido musical y poético que siguen vigentes en el cancionero nacional y popular del mundo entero.

Hace poco “Por una cabeza” fue distinguido en USA como el tango más popular llevado al cine, que no hace muchos años bailó Al Pacino en “Perfume de Mujer” y Arnold Schwarzenegger en “Mentitas verdaderas”.

Probablemente los últimos años de Gardel junto a Le Pera, fueron los consagratorios y muy posiblemente debido al vuelo de éste letrista y guionista, que los consagró en esa dupla insustituible.


Ricardo A. CARRASQUET

lunes, 29 de octubre de 2007

- PALABRA -




Citas y frases célebres sobre

"La Palabra"




Yo quiero vivir
cerca de tu palabra.
Víctor Manuel Sánchez

La palabra tiene
mucho de aritmética:
divide cuando se utiliza
como navaja, para lesionar;
resta cuandos e usa
con ligereza para censurar;
suma cuando se emplea
para dialogar,
y multiplica cuando se
da con generosidad para servir.
Carlos Siller

Un caballero se averguenza
de que sus palabras sean
mejores que sus hechos.
Confucio



La palabra es libre;
la acción muda;
la obediencia, ciega.
Schiller

Las palabras son ráfagas
de viento, pero al propagarse
lo mismo pueden producir
frutos que daños y ruina.
Chuang-Tzu

Se necesitan dos años para
aprender a hablar y sesenta
para aprender a callar.
Ernest Hemingway

La diferencia entre
la palabra adecuada y
la casi correcta es la misma
que entre el rayo y la luciérnaga.
Mark Twain

Háblame para que yo te vea.
Séneca


Por tus palabras habrás
de ser justificado y por
tus palabras serás condenado.
Jesucristo

El mejor método para cumplir
con la palabra empeñada
es no darla jamás.
Napoleón Bonaparte



Nunca juzgo a un hombre
por lo que dice, sino
por el tono con que lo dice.
Charles Peguy

Más le vale a un hombre
tener la boca cerrada,
y que los demás le
crean tonto, que abrirla y
que los demás se
convenzan de que lo es.
Pitágoras

Muchas palabras no
indican mucha sabiduría.
Tales de Mileto

Una palabra hiere más
profundamente que
una espada.
Richard Burton

¿Beso? Un truco encantador
para dejar de hablar cuando
las palabras se tornan superfluas.
Ingrid Bergman

El hombre es el único
animal que come sin tener
hambre, bebe sin tener sed
y habla sin tener nada que decir.
Mark Twain


Si uno no tiene la mente abierta,
también debe cerrar la boca.
Sue Grafton


Más vale una palabra a
tiempo que cien a destiempo.
Miguel de Cervantes

Cuando la necesidad nos
arranca palabras sinceras,
cae la máscara y
aparece el hombre.
Lucrecio

Tenemos dos orejas y una sola boca,
justamente para escuchar
más y hablar menos.
Zenon de Citión

Las palabras son como las hojas.
Cuando abundan,
poco fruto hay entre ellas.
Pope

Bendito sea el hombre
que no teniendo nada qué decir,
se abstiene de demostrárnoslo
con sus palabras.
Thomas S. Eliot

Lo que decimos no siempre
se parece a nosotros.
J.L. Borges

Sea esta la regla de
nuestra vida:
decir lo que sentimos,
sentir lo que decimos.
En suma, que la palabra
vaya de acuerdo con
los hechos.
Séneca

Una palabra es suficiente
para hacer o deshacer
la fortuna de un hombre.
Sófocles

El que sabe hablar,
sabe también cuándo.
Arquímedes

Una palabra mal colocada,
estropea el más bello
pensamiento.
Voltaire

Las palabras elegantes
no son sinceras;
las palabras sinceras
no son elegantes.
Lao-Tsé

Manejar el silencio es
más difícil que manejar
la palabra.
Georges Clemenceau

La palabra es el vehículo
de la inteligencia, y la
inteligencia es la señora del
mundo material.
Benjamín Constant

Quien pudiendo decir algo
en diez palabras usa veinte,
es capaz de cualquier
otra mala acción.
Aldo Cammarota

domingo, 28 de octubre de 2007

- CUBISMO -




El Cubismo



Los orígenes del Cubismo giran en torno a 1907, fecha en la que Picasso concluye Las Señoritas de Avignon, que será el punto de partida.

George Braque junto con Picasso son los inspiradores del movimiento y algunos de los principales maestros son Juan Gris, Fernand Leger, Jean Metzinger y Albert Gleizes, pero con anterioridad, Cézanne ya habría marcado el camino.

Cézanne recibió la influencia del Impresionismo y reaccionó contra él. Rechazó la impresión en favor de una comprensión más profunda de la realidad. Su fórmula era la forma-color. Él cree que la naturaleza no se dibuja, sino que se manifiesta a través del color. Cuanto más color se precisa más aparece el dibujo de los objetos, pero aparece en la forma. Por eso, la pintura de Cézanne no es una pintura dibujada, sino una pintura de volúmenes, de formas. Y una vez creadas, hay que relacionarlas entre sí, surgiendo aquí el problema de los planos, que lo impulsa a mirar los objetos desde varios puntos de vista.

Estas lecciones fueron asumidas por el cubismo que hará un replanteamiento de la obra de arte, de las formas, de la perspectiva, el movimiento, el volumen, el espacio, el color, etc. Crea un nuevo lenguaje pictórico y estético que implica una nueva relación entre el espectador y la obra de arte. El espectador ya no puede contemplarla sin más, sino que tiene que reconstruirla en su mente para poder comprenderla.





El Cubismo es un arte mental, se desliga completamente de la interpretación o semejanza con la naturaleza, la obra de arte tiene valor en sí misma, como medio de expresión de ideas. La desvinculación con la naturaleza se consigue a través de la descomposición de la figura en sus partes mínimas, en planos, que serán estudiados en sí mismos y no en la visión global de volumen. Así un objeto puede ser visto desde diferentes puntos de vista, rompiendo con la perspectiva convencional y con la línea de contorno. Desaparecerán las gradaciones de luz y sombra y no se utilizarán los colores de la realidad, apareciendo en las representaciones el blanco y negro. Las formas geométricas invaden las composiciones. Las formas que se observan en la naturaleza se traducirán al lienzo de forma simplificada, en cubos, cilindros, esferas. Nunca cruzaron el umbral de lo abstracto, la forma siempre fue respetada.
Los principales temas serán los retratos y las naturalezas muertas urbanas.

Etapas del Cubismo

Se distinguen diversas fases en el desarrollo del Cubismo.

Cubismo Analítico
caracterizado por la descomposición de la forma y de las figuras en múltiples partes, todas ellas geométricas. El objetivo es examinarlas y ordenarlas por separado. Es el cubismo más puro y el de más difícil comprensión.

Cubismo Sintético
Al Cubismo Analítico le sucede el cubismo sintético, que es la libre reconstitución de la imagen del objeto disuelto. El objeto ya no es analizado y desmembrado en todas sus partes, sino que se resume su fisonomía esencial. La síntesis se realiza resaltando en el lienzo las partes más significativas de la figura que serán vistas por todos sus lados.

Algo fundamental en esta etapa es la técnica del collage, la inserción en el cuadro de elementos de la vida cotidiana como papeles, telas y objetos diversos. El primero en practicarlo fue Braque. El collage nos ayuda a recuperar el referente concreto, a partir de aquí ya no interesa el análisis minucioso, sino la imagen global.



Pintores Cubistas

Pablo Ruiz Picasso (1881-1973)

Las Señoritas de Avignon anuncian su producción cubista, donde rompe con todas las normas tradicionales de la pintura figurativa fragmentando la perspectiva en volúmenes cuadrados y angulosos. El título se refiere aun burdel barcelonés situado en una calle con el mismo nombre. Vemos el influjo de Cézanne, del arte ibérico y de la escultura negra. Las mujeres que aparecen desnudas tienen desfigurados sus rostros, algunas de ellas recuerdan máscaras africanas.

Con los presupuestos del cubismo analítico realiza Desnudo con toalla, La fábrica de Horta de Ebro, y retrato de Ambosio Vollard.

En Naturaleza muerta con silla de rejilla, Guitarra y en Naturaleza muerta introduce el collage.

A partir de 1915 dirigirá su atención hacia otros campos de investigación e irá definiéndose su eclecticismo reelaborando experiencias anteriores con gran libertad, como el surrealismo y el expresionismo.



El Guernica, el cuadro símbolo del horror de la guerra civil española y el bombardeo del 26 de Abril de 1937 que destruye la ciudad vasca de Guernica, responde a los modos intelectuales de los cubistas, a la simbología del surrealismo y a las deformaciones expresionistas.



George Braque (1882-1963)

Es el otro gran creador del cubismo junto a Picasso. En L´Estanque, cerca de Marsella descubrió que se pueden simplificar las formas reduciéndolas a prismas y cilindros. Son características sus naturalezas muertas, empleando con frecuencia la guitarra, el violín o la mandolina.

En Naturaleza muerta con naipes reduce el cromatismo a colores grises y geometriza y descompone las formas para crear una nueva realidad mediante superposiciones y transparencias.

También introducirá en sus pinturas los collages.
Sus obras más destacadas son El bodegón de la guitarra, El bodegón del violoncelo, El taller del pintor.

Juan Gris (1887-1927)

Su cubismo es fundamentalmente sintético y coloreado. Sus composiciones tienen una firme estructura y un ritmo armonioso. Esta mezcla de suavidad y energía la observamos en la ordenación de sus bodegones, realizados a base de planos muy violentos. Los elementos que aparecen son vasos, botellas, diarios, fruteros, pipas, arlequines, elementos musicales. Apenas trata otro tema que el del bodegón. Naturaleza muerta, El desayuno, Naturaleza muerta sobre una silla.



Fernand Leger (1881-1955)

El cubismo de Leger tiende hacia formas de aspecto mecánico y tubular. Le importa la vida cotidiana y el maquinismo de la gran ciudad. En su Partida de cartas, los protagonistas han sido convertidos en una especie de robots metálicos. Seguirán otros cuadros como Los acróbatas, Los cilindros, Las hélices, etc. Sus personajes son vistos con cierto carácter de autómatas.

El comienzo de la Primera Guerra Mundial fracciona el Cubismo, pero seguirá existiendo en experiencias como el purismo, la Sección Aurea o Sección de Oro y el constructivismo ruso.

sábado, 27 de octubre de 2007

- SABAT -



Hermenegildo Sábat



Un ilustrador político y porteño




Nacido en ribereño barrio de Pocitos, R.O. del Uruguay, en 1933.

A los 28 años se casó con Blanca Rodríguez, con quien tiene dos hijos, Rafael, de 32 años, y Alfredo, de 29.

A los 15 años publicó sus primeros dibujos en el diario Acción de Montevideo. Allí aprendió el oficio de periodista: fue fotógrafo, redactor, diagramador y hasta trabajó en imprentas offset. Entre sus compañeros de trabajo estaban el escritor Juan Carlos Onetti y los políticos Zelmar Michelini y el después presidente, Dr. Julio María Sanguinetti.




Abandonó Montevideo en 1965, cuando lo nombraron secretario de Redacción de El País, ya que quería ser dibujante y no conductor de un diario (al que él mismo había ayudado a aumentar su tirada).

Al llegar a Buenos Aires estuvo ocho meses en Editorial Abril. Renunció e ingresó en la revista Primera Plana, como ilustrador. Al mismo tiempo colaboraba con la revista Crisis. Pasó a trabajar al diario La Opinión, donde renunció por ser el único dibujante. Ingresó entonces al diario Clarín, donde desde abril de 1973 ilustra las páginas de la sección Política.

En 1988 ganó el Premio María Moors Cabot que otorga la Universidad de Columbia por los dibujos hechos durante la última dictadura militar.




En San Telmo tiene la Fundación Artes Visuales, donde dicta clases de arte. Desde 1990, dirige la revista Sección Aurea.

En noviembre de 1997, se realizó en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires la primera exposición retrospectiva de su obra con más de 150 pinturas y 120 dibujos originales.

Desde hace muchísimos años nos deslumbra ilustrando notas en matutinos porteños.
Su extensa obra ha trascendiso el marco rioplatense y es reconocido internacionalmente.

Es algunos sectores de los Subtes de la Ciudad de Buenos Aires, hay murales con sus obras tangueras.

LIBROS PUBLICADOS

- Al troesma con cariño (1971).
- Yo Bix, Tú Bix, El Bix (1972).
- Scat (1974).
- Dogor (1979).
- Tango Mío (1981).


Ricardo A. CARRASQUET

viernes, 26 de octubre de 2007

- VERDAD -




Citas célebres sobre



La Verdad




Quienes buscan la verdad
merecen el castigo de
encontrarla.
Rusiñol

Quien siempre dice la verdad,
puede permitirse tener
mala memoria.
Theodor Heuss

El que pregunta con mala
intención no merece conocer
la verdad.
San Ambrosio

Cree a aquellos que buscan
la verdad; duda de los
que la han encontrado.
André Gide

Cincuenta testigos
hacen cincuenta verdades.
Remy de Gourmont
La verdad es hija del tiempo.
Aulo Gelio

Engullimos de un sorbo
la mentira que nos adula
y bebemos gota a gota
la verdad que nos amarga.
Denis Diderot

La franqueza tiene sus límites,
allende los cuales pasa
a ser necedad.
Jaime Balmes

No hay verdad que al
nacer no haya sido perseguida.
Voltaire

Sólo la verdad os hará libres.
San Pablo

Prefiero molestar con la verdad
que complacer con adulaciones.
Séneca

Si tu intención es describir
la verdad, hazlo con sencillez
y la elegancia déjasela al sastre.
Albert Einstein

El amor o el odio hacen
que el juez no conozca la verdad.
Aristóteles

Los científicos no persiguen
la verdad, es ésta quien
los persigue a ellos.
Karl Schlechta

Decir la verdad lo puede
hacer cualquier idiota.
Para mentir hace falta
imaginación.
Perich

Prefiero una locura que
me entusiasme a una verdad
que me abata.
Christph M. Wieland

Mucha verdad:
pocos amigos.
V.Pisabarro

Cada lágrima enseña a
los mortales una verdad.
Ugo Fóscolo

Di alguna vez la verdad
para que te crean
cuando mientas.
Jules Renard

Sólo en soledad se siente
la sed de verdad.
María Zambrano

La libertad del entendimiento
consiste en ser esclavo
de la verdad y la
libertad de la voluntad
en ser esclavo de la virtud.
Jaime Balmes

La ciencia humana consiste
más en destruir errores
que en descubrir verdades.
Sócrates

Si dices la verdad,
no tendrás que acordarte
de nada.
Mark Twain

jueves, 25 de octubre de 2007

- ALFONSINA -



Alfonsina Storni

Nació en Sala Capriasca (cantón suizo del Ticino) el 22 de mayo de 1892.
A los cuatro años se trasladó con sus padres a Argentina.
Vivió en Santa Fe, Rosario y Buenos Aires.

Alfonsina Storni está en ese intermedio epocal y estético que a veces ha querido verse como simple acotación entre dos ismos: el modernismo y la vanguardia. Pero el postmodernismo no sólo hizo fundaciones, sino que apresó, en medio de sus rechazos, mucho de lo que el modernismo daba de turbulencia creadora a la vanguardia poética. En ese plazo histórico crece cualitativa y cuantitativamente el discurso femenino con la certeza de que la mujer no sólo es guardadora, sino individuo pensante.




No es extraño entonces que la voz femenina sea tan representativa a partir de la década del 10 de nuestro siglo y que en la primera fila se destaque, como iniciadora en la poesía, Alfonsina Storni, junto a Delmira Agustini, Juana de Ibarbourou, Gabriela Mistral, Eugenia Vaz Ferreira, Dulce María Loynaz.

En medio de las tensiones comunicativas y las propias íntimas, Alfonsina debe buscar un ajuste, reacomodar la voz y colocarla enuna perspectiva del discurso. Entre esos movimientos reflexiona críticamente y se autorreflexiona como en una subjetividad escindida,es una manera de aparecer y encubrirse, de proyectar la imagen infractora y mediatizarla.

En su poesía este forcejeo se evidencia en motivos reiterados como recursos tropológicos, tras los cuales secalifica al sujeto. Estos elementos connotan el transcurrir poético, los pasos de su evolución, los tanteos del alma de aquella mujer que había llorado una lágrima cuadrada y bebido la de la madre como veneno de una ancestral resistencia ante el abuelo y el padre. Estos motivos pertenecen al mundo sensorial del cuerpo y la naturaleza.




Publicó siete libros de poemas: La inquietud del rosal (1916), El dulce diario (1918), Irremediablemente (1919), Languidez (1920), Ocre (1925), Mundo de siete pozos (1934) y Mascarilla y trébol (1938), además una Antología poética (1938) que contenía poesías inéditas y un libro de poemas en prosa, Poemas de amor (1926).

Terminó su vida suicidandose ahogada en la playa de la Perla en el mar de Plata el 25 de octubre de 1938.

Alfonsina representa, sin lugar a dudas, una mujer emblemática de nuestra poesía nacional.

miércoles, 24 de octubre de 2007

- PLATERIA -


Orfebrería


Nuestra Platería Criolla


Se llama orfebrería al trabajo artístico realizado sobre utensilios o adornos de metales preciosos. Los metales que constituyen los objetos de orfebrería propiamente dichos son eminentemente la plata y el oro o una mezcla de ambos que en la antigüedad se llamaba electrón o eléctrum. Con dichos metales se trabajan desde edades muy remotas en utensilios muy variados como vasijas, piezas de adorno, joyas, monedas, estatuas siguiendo el estilo, la ornamentación y el gusto propios de la época y de la región que los elabora, como puede observarse recorriendo las principales civilizaciones.

Los primeros hallazgos de la metalistería fueron sencillos piezas de oro que datan del periodo neolítico seguidas muy pronto de las de plata, cobre y bronce, al abrirse la edad que recibe el nombre de estos últimos metales. Los objetos que se labraron con dichos materiales consistían en diademas lisas a modo de cinta, gruesos brazaletes y collares rígidos de una pieza, terminada por bolas piriformes, otros collares formados por sartas de bolitas perforadas y, en fin, anillos y pendientes de forma circular sencilla.





La ornamentación de tales preseas, cuando existe, es puramente geométrica y se limita a surquillos rectos y en zig-zag, dientes, circulillos, puntos hechos a martillo, etc. Como cosa excepcional, se existe del antiguo Egipto algún cuchillo de sílex con guarnición y vaina de oro, ornamentadas con florones y figuras de animales. Se labraron también de cobre y de bronce agujas, cuchillos y armas diferentes en forma de flechas, espadas y hachas con alguna ornamentación geométrica en el puño y con un temple y corte bastante fino en la hoja.
En la Península Ibérica, sobre todo en Galicia, se han hallado buenos ejemplares de dichos brazaletes, collares, aretes en espiral y pendientes de oro, algunos de ellos con aplicaciones de filigrana que podrían ser de la época del arte ibérico propiamente dicho.

Las técnicas empleadas en el trabajo del oro fueron muy sencillas al principio: el martillado en frío proporcionaba láminas e hilos que podían adoptar formas diferentes. Posteriormente, pero aún en una época temprana, se utilizaron el calentado y la fusión. Los avances técnicos supusieron una diversificación de las formas; no obstante, es muy difícil cuando no imposible datar las piezas tipológicamente.



Nosotros los rioplatenses, poseemos una corta pero no por ello rica historia en lo que a la platería nos compete. Básicamente por este sitio del mundo (no olvidar que Argentina deriva de Argenta: -plata- hipótesis que se demuestra con el nombre de nuestro gran río) se trabajó en lo comúnmente denominado Platería Criolla desde que tengamos registro, tanto en la Colonia como en nuestros días.



Mates, cuchillos, estribos, hebillas, taleros, estribos, etc. (todo lo que tenga que ver con lo gauchesco y sus atuendos) se labró básicamente en plata, adosando incrustaciones de oro. También se utilizó mucho la alpaca. Las empuñaduras de bastones, menaje para el té, cajas, cigarreras, perfumeros y elementos eclesiásticos han pasado por manos artesanas para plasmarse en obras que con orgullo exportamos.

Maestros como el célebre Juan Carlos Pallarols, Belgiorno ó Marenco, por nombrar simplemente algunos, no son más que emergentes de una cultura centenaria en nuestro país, transmitida de padres a hijos y más precisamente en esta zona bonaerense y porteña. Aquí el gaucho luce sus prendas de colores blando, negro y rojo con distintos enceres en plata y adorna su recado y transporte con una usanza semejante, elegante y pintoresca que se forja en talleres de nuestra Platería Criolla.

Ricardo A. Carrasquet

lunes, 22 de octubre de 2007

- TCHAIKOVSKY -







Piotr Ilich Tchaikovsky

Importante compositor ruso


Si no han oído hablar de Tchaikovsky seguro han oído hablar del ballet el Cascanueces que se representa todos los años en Caracas en el Teatro Teresa Carreño con el Ballet Nacional de Caracas del Teatro Teresa Carreño y la Orquesta Sinfónica de Venezuela. La música de ese ballet fue compuesta por Piotr Ilich Tchaikovsky, compositor ruso del siglo XIX.

Nació en la ciudad de Votkinsk el 7 de mayo de 1840 en una familia de buena posición económica. Comienza sus estudios de piano a la edad de 7 años como parte de la educación que toda familia acomodada daba a sus hijos pero sin ninguna pretensión de que Piotr siguiera esta carrera por lo que es enviado a San Petersburgo a estudiar en la Escuela de Jurisprudencia de la cual se gradúa de abogado en 1859.





Trabaja como abogado por un tiempo pero su verdadero deseo era dedicarse profesionalmente a la música así que en 1862 se inscribe en el recién inaugurado Conservatorio de San Petersburgo dejando el trabajo de abogado y debiendo subsistir gracias a las clases de solfeo y piano que dictaba.

Se gradúa como compositor en 1865 y sus composiciones comienzan a ser tocadas en publico y a recibir cierto reconocimiento pero es en 1876 cuando “conoce” a la señora Nadiezhda von Meck que comienzan los mejores años de la vida del compositor. La señora von Meck era una viuda muy rica y amante de la buena música que después de asistir a un concierto donde se tocaba una de las obras de Tchaikovsky y luego de enterarse de sus dificultades económicas decidió ayudar al compositor proporcionándole dinero suficiente como para que se dedicara a solo a componer, pero lo curioso de la relación es que aunque mantuvieron una larga correspondencia nunca se vieron en persona.



La fama de Tchikovsky aumentó tanto que llego a ser invitado a distintos países como Estados Unidos, Francia e Inglaterra. Pero en 1890 ocurrió lo que Tchaikovsky pensó nunca iba a ocurrir y fue que la señora von Meck, la que él consideraba su única amiga, alegando problemas financieros dejó de ser su mecenas. Las causas no están muy claras pero se dice que se enteró de la homosexualidad del compositor que era un secreto a voces a pesar de que se había casado con una mujer de la que se divorció poco tiempo después justamente para disimular sus inclinaciones en una sociedad poco abierta a este tipo de gustos.




En 1993 muere siendo una gran pérdida para su país natal, Rusia, como para el mundo de la música, pero aún es recordado a través de sus composiciones tales como los ballets El Cascanueces y el Lago de los cisnes, sus sinfonías y obras como Romeo y Julieta o la Obertura 1812.

domingo, 21 de octubre de 2007

- MADRE -




Día de la Madre

El Día de la Madre es una festividad que conmemora. Se celebra en diferentes fechas del año según el país, como se ve más abajo. Las madres frecuentemente reciben regalos ese día.

Las primeras celebraciones del Día de la Madre se remontan a la antigua Grecia, donde se le rendían honores a Rhea, la madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades, entre otros. Los romanos llamaron a esta celebración La Hilaria cuando la adquirieron de los griegos. Se celebraba el 15 de marzo en el templo de Cibeles y durante tres días se hacían ofrecimientos.

Los primeros cristianos transformaron estas celebraciones a la Diosa Madre en honor a la Virgen María, la madre de Jesús. En el santoral católico el 8 de diciembre se celebra la fiesta de la Inmaculada Concepción, fecha que se mantiene en la celebración del Día de la Madre en algunos países como Panamá.

En el siglo XVII, en Inglaterra tenía lugar un acontecimiento similar, honrando también a la Virgen, que se denominaba Domingo de las Madres. Los niños concurrían a misa y regresaban a sus hogares con regalos para sus progenitoras. Además, como muchas personas servían a acaudalados señores, muchas veces lejos de sus hogares, el día era no laborable pero pagado para que pudieran concurrir a sus terruños a visitar a sus familias.





En Estados Unidos, en cambio, la celebración tiene sus orígenes hacia 1872, cuando Julia Ward Howe, autora del Himno de batalla de la República, sugirió que esa fecha fuera dedicada a honrar la paz, y comenzó celebrando cada año encuentros en la ciudad de Boston, Massachusetts en celebración del Día de la Madre.

Para 1910 ya se celebraba en muchos estados de la Unión, y en 1912 logró que se creara la Asociación Internacional Día de la Madre con el objetivo de promover su iniciativa.

Finalmente, en 1914, el Congreso de Estados Unidos aprobó la fecha como el Día de la Madre y la declaró fiesta nacional, lo cual fue apoyado por el Presidente Woodrow Wilson.

Más tarde otros países se adhirieron a esta iniciativa y pronto Ana pudo ver que más de 40 países del mundo celebraban el Día de la madre en fechas similares.
En la Argentina se celebre el tercer domingo de Octubre.

¡Feliz Día Mamá!

sábado, 20 de octubre de 2007

- IDEA -

















Frases y citas célebres sobre

Una Idea


Una idea fija siempre
parece una gran idea,
no por ser grande,
sino porque llena
todo un cerebro.
Jacinto Benavente

Las convicciones son
como las camisas:
para que estén
siempre limpias,
hay que mudarlas.
Michel Corday

Toda idea nueva pasa
inevitablemente por
tres fases:
primero es ridícula,
después es peligrosa,
y después...
¡todos la sabían!
Henry George

Las ideas envejecen
más deprisa que los hombres.
Gustave Le Bon

Desgraciados los hombres
que tienen todas
las ideas claras.
Louis Pasteur

No teniendo ideas que cambiar,
se cambian cartas y se
procura sacarse mutuamente
los cuartos.
Arthur Schopenhauer

Trincheras de ideas
valen más que
trincheras de piedra.
José Martí

No son las locomotoras,
sino las ideas,
las que llevan y
arrastran al mundo.
Victor Hugo

Las opiniones no se deben
combatir sino por
medio del raciocinio.
A las ideas no se
las fusila.
Rivarol

La idea que no trata de
convertirse en palabras
es una mala idea; la palabra
que no trata de convertirse
en acción es, a su vez,
una mala palabra.
Gilbert Keith Chesterton

Toda idea que triunfa
marcha hacia su perdición.
André Breton

Nunca debemos de obsesionarnos
excesivamente con la
idea que perseguimos.
Claude Bernard

La violencia es miedo a las
ideas de los demás y poca
fe en las propias.
Antonio Fraguas

Las ideas son capitales
que sólo ganan intereses
entre las manos del talento.
Rivarol

Es bueno para los hombres
creer en las ideas y
morir por ellas.
Jean Anquilh

viernes, 19 de octubre de 2007

- BORENBOIM -



Daniel Barenboim


Un personaje en el arte de la música
con temperamento y visión universal



Daniel Barenboim nece en Buenos Aires, un 15 de noviembre de 1942.
Músico argentino de familia judía de origen ruso, nacionalizado israelí y español. Barenboim logró la fama como pianista aunque con posterioridad ha obtenido gran reconocimiento como director de orquesta, faceta por la que es más conocido. En el año 2001 protagonizó la polémica dirección de una obra del alemán Richard Wagner en Israel.

Barenboim comenzó sus lecciones de piano a la edad de cinco años con su madre, continuándolas después con su padre que quedó como su único profesor. En agosto de 1950, con tan sólo 7 años, interpretó su primer concierto en Buenos Aires.

En 1952, la familia Barenboim se trasladó a Israel. Dos años más tarde, sus padres le enviaron a Salzburgo para que tomara clases de dirección con Ígor Markevich. Durante aquel verano conoció a Wilhelm Furtwängler para quien tocó el piano. Además. Furtwaengler hizo excepcionales elogios sobre el joven pianista que no eran sino la reciprocidad de la admiración que Barenboim le mantiene hasta hoy, jamás imitándolo pero sí aceptando su inspiración, que se trasunta en sus versiones de las sinfonías de Beethoven, en ningún momento copias al calco como las lamentables de un famoso director italiano que no es propio nombrar. En 1955 estudió armonía y composición con Nadia Boulanger en París.

El debut de Barenboim al piano se produjo en el Mozarteum de Salzburgo, Austria 1 en 1952, en París ese mismo año, en Londres en 1956 y en Nueva York en 1957 bajo la batuta de Leopold Stokowski. En los años siguientes se sucedieron regularmente los conciertos por Europa, Estados Unidos, Sudamérica y el Lejano Oriente.
Su primera grabación data de 1954. Más tarde grabraría las sonatas para piano de Mozart y Beethoven y conciertos de Mozart (interpretando al piano y dirigiendo), Beethoven (con Otto Klemperer), Brahms (con John Barbirolli) y Béla Bartók (con Pierre Boulez).



Tras su debut como director con la Orquesta Filarmónica de Londres en 1967, recibió invitaciones de numerosas orquestas sinfónicas europeas y americanas. Entre 1975 y 1989 fue director musical de la Orquesta de París donde dirigió numerosas piezas de música contemporánea.

Su debut como director de ópera tuvo lugar en 1973 con la representación del Don Giovanni de Mozart en el Festival de Edimburgo. En 1981 debutó en Bayreuth, donde dirigió con regularidad hasta 1999.

Barenboim es el director musical de la Orquesta Sinfónica de Chicago, cargo al que accedió en 1991 en sustitución de Georg Solti. Es además el director musical general de la Deutsche Staatsoper de Berlín desde 1992.

Además de sus actividades como pianista y director de orquesta, Barenboim ha compuesto varios tangos.
Barenboim contrajo matrimonio con la notable chelista británica Jacqueline du Pré, cuya carrera se vio trágicamente truncada por una esclerosis múltiple.

Wagner en Israel

Realmente Inédito


El 7 de julio de 2001, Barenboim dirigió la Staatskapelle de Berlín en la representación de la ópera de Wagner Tristán e Isolda en el festival de Israel celebrado en Jerusalén. El concierto estalló en griterío, siendo Barenboim tildado de pro-nazi y fascista por algunos de los presentes. La música de Wagner ha sido tabú en Israel por las teorías de Adolf Hitler sobre la pureza racial y la exterminación de los judíos alimentadas en parte por los escritos antisemitas de Wagner, su compositor favorito. En la Alemania nazi, su música fue utilizada para la propaganda nazi, e interpretada en los campos de concentración.

Barenboim iba a interpretar en un principio el primer acto de La Walkiria con tres cantantes, entre los que se encontraba el tenor español Plácido Domingo. Sin embargo, las protestas de los supervivientes del holocausto y del gobierno israelí forzaron a la organización del festival a buscar un programa alternativo. Barenboim accedió a sustituir la pieza "ofensiva" por composiciones de Schumann y Stravinski, aunque no sin mostrar su desacuerdo con la decisión. Así, finalizado el concierto, declaró que en el bis iba a interpretar una pieza de Wagner, invitando a aquellos de los presentes que tuvieran alguna objeción a abandonar la sala.



Ensayo de la orquesta del Diván Este-Oeste 2005. Bajo la dirección de Daniel Barenboim, se ensaya la Primera sinfonía, «Titán» de Gustav Mahler (4º movimiento, Stürmisch bewegt). Pilas (Sevilla), 25 de julio de 2005.

La mayoría del auditorio respondió con una ovación, pero una minoría expresó su desaprobación. Barenboim estuvo media hora explicando en hebreo a la audiencia sus razones para interpretar la pieza y solicitando a los que protestaban que permitieran que la música se pudiera escuchar. Barenboim dijo que había decidido desafiar el tabú cuando en una conferencia de prensa a la que había asistido la semana anterior había escuchado un teléfono móvil con la melodía principal de La cabalgata de las walkirias, de Wagner: "Si está permitido escucharla en el timbre de un teléfono, ¿por qué no podemos intepretarla en una sala de conciertos?".

La West-East Divan Orchestra

En 1999, junto con el escritor estadounidense de origen palestino Edward Said, al que le unió una gran amistad, fundó la West-East Divan Orchestra, una iniciativa para reunir cada verano un grupo de jóvenes con talento de Israel y países árabes. Por ello, recibieron ambos el Premio Príncipe de Asturias en 2002.



En 2004 le fue concedido el Premio de la Fundación Wolf de las Artes de Jerusalén.

El año pasado la Televisión Europea registró en vivo un concierto en nuestra Av. 9 de Julio que se emitió al viejo mundo, interpretando tangos y repertorio clásico.

Un personaje muy interesante, además de sus dones de músico, compositor, director y arreglador.

jueves, 18 de octubre de 2007

- EL DI TELLA -




Historias del Di Tella



UNA FATASMAL HISTORIA


DE NUESTRA CULTURA


CONTEMPOMPORANEA






La reedición de El Di Tella y el desarrollo cultural argentino en la década del sesenta (Asunto Impreso Ediciones e Instituto Torcuato Di Tella), de John King, incluye un prefacio de Tomás Eloy Martínez, que ofrecemos como anticipo, donde éste evoca la atmósfera cultural de los años 60 y a sus protagonistas

Dos fenómenos culturales permitieron que la Argentina, sofocada por golpes militares de fundamentalismo casi medieval, respirara algunas brisas de la vanguardia en los años 60. Una fue la revista Primera Plana que, desde mediados de 1964 -cuando el fundador, Jacobo Timmerman, dejó de usarla para sus proyectos políticos y renunció-, impuso nuevas costumbres, descubrió a los nuevos talentos de la literatura, la música y la pintura, y hasta influyó sobre la moda, el habla y la sexualidad. El otro fenómeno fue el Instituto Di Tella, que dio cabida a todas las formas de renovación de la cultura, en especial en las artes plásticas, la música y el teatro.

En "el Di Tella", como se lo llamaba popularmente -aunque el apelativo también se asociaba con los taxis y las heladeras de esa marca-, desembarcaron de un modo u otro todas las manifestaciones del pensamiento. Primera Plana conservó su independencia hasta que la clausuró la dictadura de Juan Carlos Onganía, a fines de julio de 1969, y ya nada allí volvió a ser lo mismo. Al Di Tella, en cambio, le llovieron desde temprano las más extravagantes formas de censura. Grassi Susini, un activista de derecha que sería luego jefe de la policía de la provincia de San Juan, acaudilló uno de los grupos que trataron de incendiar la sede de la calle Florida.





El general Roberto Levingston, que en 1968 era jefe del servicio de informaciones del ejército, fue invitado por Guido Di Tella a comprobar personalmente que el Instituto no cobijaba a subversivos. El colaborador de la revista Sur , Eduardo González Lanuza, vinculado en su juventud al Ultraísmo y otras vanguardias, se irritó tanto con la La menesunda , una instalación de Marta Minujín y Rubén Santaonín, que dio una incendiaria conferencia contra ella, a la que asistieron más de setecientas personas de grupos católicos conservadores.

Victoria Ocampo reseñó con aristocrático asombro el fenómeno del Di Tella: "Al mismo tiempo que se exhiben aquí muestras plásticas escandalosas, el vulgo, hecho insólito, compra las obras de Cortázar (tan luego Cortázar) y se pasea con sus libros en Torino o en subte o en colectivo" ( Sur , julio-agosto 1970). Y a su vez Crónica , un tabloide popular, comentó el 20 de diciembre de 1969: "La policía detiene a catorce extraños de pelo largo que pretendían asistir a un peligroso recital de rock". El historiador Tulio Halperín Donghi le dedicó una de sus saludables ironías: "A tres cuadras de un Jockey Club que no se resolvía a resurgir de sus cenizas, una institución que llevaba el más célebre de los nombres surgidos de la nueva burguesía industrial ejercía en el más alto nivel el arbitraje de las modernas elegancias" ( Argentina: sociedad de masas, 1967).

Durante algún tiempo (en verdad, sólo meses), viví en un departamento frente a plaza San Martín, cuyos fondos se tocaban con los del Di Tella, y por las mañanas, cuando bajaba a desayunar al café Florida Garden, que era uno de los puntos obligados de encuentro de las vanguardias, me acompañaban siempre los coros y los solos del V de Bach, que fue estrenado en algún momento de 1968 por el Centro Latinoamericano de Altos Estudios Musicales, dirigido por Alberto Ginastera.

Todo lo que hiciera el Di Tella me parecía mítico, inolvidable: las muestras de los artistas neofigurativos, los baños en los que la gente podía desahogar sus pensamientos más secretos, las obras de teatro que elegía Roberto Villanueva, las discusiones apasionadas a la salida de los estrenos y de las exposiciones, con las hordas policiales rodando siempre por allí cerca.

El Di Tella fue cerrando sus distintos centros en los primeros años de la década siguiente, casi al mismo tiempo que Primera Plana . Para mí, los dos ejes de la vanguardia argentina de hace cuatro décadas están enlazados por la única visita de Gabriel García Márquez a Buenos Aires. Es una historia que tal vez merezca ser contada en detalle.

García Márquez escribió las páginas finales de Cien años de soledad entre febrero y marzo de 1967, acosado por las deudas, sin tener siquiera dinero para sacar una copia del manuscrito. Tuvo que vender una procesadora de alimentos que era su más preciado regalo de bodas, para poder pagar el envío postal de las quinientas páginas del libro desde México a Buenos Aires. A mediados de abril, el director editorial de Sudamericana, Francisco Porrúa, me llamó por teléfono con una voz exaltada. "Tienes que venir ahora mismo a mi casa a leer un libro extraordinario", me dijo. "Es tan delirante que no sé si el autor es un genio o está completamente loco."

Llovía a cántaros. En la acera de la calle donde vivía Porrúa había algunas baldosas flojas. Al tratar de esquivarlas, me empapé. El largo pasillo que iba desde la entrada del apartamento hasta el estudio estaba alfombrado por hileras de papeles que invitaban a limpiarse los zapatos embarrados. Fue lo que hice: los pisé. Eran los originales de Cien años de soledad que Porrúa, en la excitación de la lectura, había ido dejando por el camino. Por suerte, las huellas de los zapatos no borraron ninguna de aquellas frases que los lectores de García Márquez siguen repitiendo devotamente, como si fueran plegarias.





Al amanecer del día siguiente, después de la lectura, Porrúa y yo nos pusimos de acuerdo en invitar a Buenos Aires al gran escritor. El pretexto no fue el lanzamiento de Cien años de soledad -previsto para el 10 de junio- sino un concurso de novela al que Sudamericana y el semanario Primera Plana convocaban todos los años. García Márquez iría como uno de los tres jurados.

En junio, el semanario -del que yo era jefe de redacción- dedicó su portada a Cien años de soledad , consagrándola como "la gran novela de América" con una reseña crítica que yo mismo escribí y que ha de ser la primera, cronológicamente, de las infinitas reseñas que se escribieron en el mundo. El éxito de ventas de los primeros seis días había sido inusual -ochocientos ejemplares para la obra de un desconocido-, pero se triplicó a la semana siguiente, después de la publicidad que le dio la revista. Las dos primeras ediciones -unas once mil copias en total- se agotaron en menos de un mes. Cuando García Márquez llegó a Buenos Aires, su novela llevaba ya mes y medio al tope de la lista de best sellers .

Su avión aterrizó a las dos y media de la madrugada. Porrúa y yo éramos las únicas personas que velábamos en el aeropuerto, atormentados por el frío inclemente de aquel final de invierno. Lo vimos bajar con una indescriptible chaqueta a cuadros, en la que se entretejían los rojos chillones con los azules eléctricos. Lo acompañaba una mujer bellísima, de grandes ojos orientales, que parecía la reina Nefertiti en versión de la costa colombiana. Era su esposa, Mercedes Barcha.

Los dos arrastraban un hambre atroz. Pretendían ver el sol del amanecer alzándose de la pampa infinita, junto a un fogón de carne asada. Y así fue. La luz del día nos sorprendió en un restaurant cerca del Río de la Plata, en el que García Márquez entretenía a los mesoneros con cuentos sin fin. Ni a él ni a mí se nos ha olvidado el nombre de aquella fonda, que ahora ya no existe. Se llamaba "Angelito el Insólito". Aquel amanecer, García Márquez nos dejó pasmados y agotados. Era la primera vez que Porrúa y yo veíamos el trópico en plena erupción.

García Márquez y Mercedes pasaron dos o tres días en el más injusto anonimato. Los argentinos seguían devorando su novela por millares pero habían olvidado la fotografía de la portada de Primera Plana y, por lo tanto, no lo reconocían en la calle. A la tercera mañana, sin embargo, sucedió algo extraño. La pareja estaba desayunando en un café de la avenida Santa Fe y, mientras observaba el letargo del tránsito, vio pasar a un ama de casa que volvía del mercado, con un ejemplar de Cien años de soledad humedeciéndose entre las lechugas y los tomates frescos.




Aquella misma noche fuimos al teatro. Estrenaban, en la sala del Di Tella, Los siameses , una de las mejores piezas de la dramaturga argentina Griselda Gambaro. Entramos en la sala poco antes de que se alzara el telón, con las luces aún encendidas. García Márquez y Mercedes parecían desorientados por el despliegue de pieles innecesarias y de plumas resplandecientes. Yo los seguía a tres pasos. Estaban por sentarse cuando un desconocido gritó "¡Bravo, bravo!", y empezó a aplaudir. Una mujer lo secundó: "¡Por su novela, García Márquez!". Al oír el nombre, la sala entera se puso de pie y encendió una larga ovación. En ese instante preciso, sentí que la fama bajaba del cielo y se posaba sobre los hombros del novelista, como si fuera una criatura viva.

Tres días después lo perdía de vista. Hubo que ponerle secretarias para que le filtraran las llamadas de teléfono y mudarlo de hotel para que los lectores lo dejaran descansar. La penúltima vez que me crucé con él en Buenos Aires fue para indicarle en un mapa el rincón secreto del bosque de Palermo donde podría, por fin, besar a Mercedes sin que lo interrumpieran. La última fue en el aeropuerto, cuando los dos regresaban a su casa de México, abrumados de flores. El iba cubierto por una gloria que desde entonces sería como su segunda piel.

El Di Tella regresó a su rutina, que consistía en una ruptura incesante de toda rutina. Por esos días se inauguró una muestra formidable de Julio Le Parc, que maravilló a Buenos Aires con sus joyas cinéticas, sobre las que tanto había escrito Julio Cortázar. Yo seguía yendo por las tardes al Bar-O-Bar, a cien metros del Di Tella, donde Poni Micharvegas y Jorge de la Vega cantaban para los amigos cuando tenían ganas y donde el desierto de la dictadura se desvanecía en el espejismo de una revolución cultural que creíamos eterna. Como diría Henry James, ya nunca más seríamos los que éramos.

miércoles, 17 de octubre de 2007

- TANGO -




EL TANGO

El tango es un estilo musical y una danza rioplatense, propia de las ciudades de Buenos Aires, Montevideo y Rosario, de naturaleza netamente urbana y renombre internacional. Musicalmente tiene forma binaria y compás de cuatro por ocho, es clásicamente interpretado mediante orquesta típica o sexteto y reconoce al bandoneón como su instrumento esencial.

La coreografía, diseñada a partir del abrazo de la pareja, es sumamente sensual y compleja. Las letras están compuestas con base a un argot local llamado lunfardo y suelen expresar las tristezas, especialmente «en las cosas del amor»1 , que sienten el hombre y la mujer de pueblo, circunstancia que lo emparenta con el blues. Enrique Santos Discépolo, uno de sus máximos poetas, definió al tango como «un pensamiento triste que se baila»

Orígenes culturales: arte urbano de fusión

Si bien el tango reconoce lejanos antecedentes africanos, latinoamericanos y europeos, sus orígenes culturales se han fusionado de tal modo que resulta casi imposible reconocerlos. En esencia el tango es una expresión artística de fusión, de naturaleza netamente urbana, que responde al proceso histórico concreto de la inmigración masiva, mayoritariamente europea, que reconstituyó completamente las sociedades rioplatenses, especialmente las de Buenos Aires, Rosario y Montevideo, a partir de las últimas décadas del siglo XIX.




Argentina, que en 1850 contaba con 1,1 millón de habitantes, recibió 6,6 millones de inmigrantes entre 1857 y 1940. Uruguay sufrió un proceso similar. Se trata de una experiencia humana «aluvial»3 , casi sin parangón en la historia contemporánea.
A diferencia de otras zonas del mundo, los inmigrantes que llegaron al Río de la Plata a partir de la segunda mitad del siglo XIX, superaban en cantidad a las poblaciones nativas y fueron parte de un intensivo proceso de mestizaje multicultural y multiétnico, en gran medida inducido por el Estado a través de una formidable promoción de la escuela pública laica.

El tango es hijo directo de ese intenso mestizaje. Se sabe que los primeros tangueros eran afroargentinos y afrouruguayos4 ; que el bandoneón proviene de Alemania; que su sensualidad deriva de su origen prostibulario, donde los inmigrantes europeos que llegaban solos a buscar empleo mantenían relaciones sexuales con las nativas, mayoritariamente afroargentinas e indoamericanas denominadas «chinas».

Se sabe también que el argot del tango, el lunfardo, está plagado de expresiones italianas y africanas; que su ritmo y clima nostálgico está emparentado con la habanera cubana; y que «tango, milonga, malambo y candombe», son parte de una misma familia musical de raices africanas y costumbres proveniente de los gauchos que migraron a la ciudad.




Sin embargo el tango no se confunde ni deriva de ningún estilo musical en particular. Ernesto Sábato dice que por sobre todas las cosas el tango es un híbrido, una expresión original y nueva que deriva de una movilización humana gigantesca y excepcional.

Seguramente una buena definición fue la de Borges:

“El tango puede discutirse, y lo discutimos, pero encierra, como todo lo verdadero, un secreto. Los diccionarios musicales registran, por todos aprobada, su breve y suficiente definición; esta definición es elemental y no promete dificultades, pero el compositor francés o español que, confiado en ella, urde correctamente un “tango”, descubre, no sin estupor, que ha urdido algo que nuestros oídos no reconocen, que nuestra memoria no hospeda y que nuestro cuerpo rechaza. Diríase que sin atardeceres y noches de Buenos Aires no puede hacerse un tango y que en el cielo nos espera a los argentinos la idea platónica del tango, su forma universal…, y que esa especie venturosa tiene, aunque humilde, su lugar en el universo.”

Jorge Luis Borges “ Evaristo Carrriego”

martes, 16 de octubre de 2007

- PEREZ CELIS -



Pérez Celis

Un grande de la plástica


Nació en el barrio de San Telmo de la Ciudad de Buenos, un 15 de enero de 1939. Su nombre original es Celis y su apellido, Pérez. Una de sus audacias fue transmutar el nombre de pila en segundo apellido, como se lo conoce habitualmente.

Creció en la barriada porteña de Liniers donde vivió desde los 4 años. Comenzó a estudiar dibujo por correspondencia - única posibilidad económica que tenía su familia - a los 9 años. Ingresó a la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano en 1954, donde conoció a maestros como Leopoldo Presas, Líbero Badíi, Juan Batlle Planas y Santiago Cogorno. Simultáneamente vendió diarios, primero como canillita y después en un kiosco; fue mandadero de almacén, aprendiz en una carpintería y despachante de feria franca. Tomó clases libres con Delia Sifone, discípula de Emilio Pettoruti. En 1955/56 serán sus camaradas Marta Minujin, Luis Wells, Rogelio Polosello y Alicia Orlandi. Con apenas 17 años, inauguró en la galería llamada "La Fantasma" su primera muestra individual.

Adopta la abstracción y a los 18 años fue impactado por la obra del pintor húngaro Víctor Vasarely que Romero Brest desde la dirección del Museo Nacional de Bellas Artes exhibió en Buenos Aires. Por entonces, Guido Di Tella compra su producción y le ofrece trabajo.



Se casó con Sara Fernández y viajó a Montevideo - Uruguay, donde nació su primer hijo, Enrique Sergio. Nucleó al Grupo de los Ocho con Lincoln Presno, Pareja, Espósito, Pavlosvsky, Berdié, Testoni, Carlos Páez Vilaró y García Reino, herederos de la tradición constructivista del maestro Torres García. Reunió a artistas no figurativos rioplatenses para formar lo que en nuestro país se llamó el "Movimiento del Hombre Nuevo" liderado por el crítico y poeta Rafael Squirru. Hizo su primera muestra más allá de nuestras fronteras y allí también reveló su concepción muralística escultórico-arquitectónica, integradora de la obra mural al espacio que la rodea. Es que a lo largo de su trayectoria le interesó que el suyo sea un arte que llegue a todos.

En 1960 el recién creado Museo de Arte Moderno de Buenos Aires realiza la Primera Exposición Internacional de Arte Moderno a raíz de la inauguración del Teatro Municipal Gral. San Martín de la Ciudad de Buenos Aires, circunstancia en que todos los pisos del flamante complejo fueron ocupados por obras de las vanguardias argentinas y del mundo. Es invitado por Squirru a la muestra Cuarenta años de Pintura Argentina, de la que participó y que luego fue llevada al Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro - Brasil.

Retorna a Buenos Aires en 1961, instalando su atelier en Bartolomé Mitre y Talcahuano. Es dibujante en la agencia publicitaria Agens de los Di Tella e integra un Taller de avenida La Plata y Rosario junto a Le Parc, Demarco, García Rossi, Sobrino, Planck y Moyano, introduciéndose así en la pintura geométrica de influencia vasaleryana y las variantes cinéticas. En ese año expone por primera vez en Rubbers, una de las galerías de arte "consagratorias" de nuestra ciudad.



Di Tella le encarga la realización de óleos y murales. Realiza en 1962 Fuerza América, un mural de 5,5 toneladas de cemento, armado sobre madera, tela metálica y hierros, en el barrio de Flores - Rivadavia 6140 - de la ciudad de Buenos Aires. Otros para el establecimiento metalúrgico Brousson, para el Banco de la Nación sucursal Formosa, en la fábrica Alámbrica de Morón, para Aerolíneas Argentinas en el Aeropuerto de Ezeiza. También la empresa Dándolo y Primi confecciona grandes alfombras con sus diseños. Tenía 23 años cuando nació su hija María José.

Motivado por la crítica que veía en su obra la influencia del lenguaje de raíces telúricas, inició su primer periplo latinoamericano: Salta, La Paz - Bolivia - y Lima - Perú -, donde residió durante casi dos años, con lo que sus obras ganan en contrastes de luminosidad y sombra. Invoca magistralmente la simbología solar y una vez más se vincula con plásticos de su generación que entroncan lo antiguo con lo nuevo como evidencia de identidad regional.

En 1964 regresó a su ciudad natal y alquiló un taller sobre "El viejo Almacén" y al año siguiente en Wenceslao Villafañe y Martín Rodríguez, en La Boca. Por entonces su creatividad se expresa a través de cajas y retablos - que expone en la prestigiosa Galería Bonino - y en grandes carteles publicitarios. Seis años más tarde se muda a Antonio Zolezzi 170. Es recordado aún el frente de su casa al que pintó en contrapunto con las fachadas de color típicas de ese barrio.

Viaja a Estados Unidos en 1967, oportunidad en que descubre el acrílico y a partir de entonces lo necesitará incansablemente. Expone en los salones de la Organización de Estados Americanos en Washington DC -EUA.

Mientras, en los veranos visita la provincia argentina de La Pampa al encuentro de la cultura indígena. Es lo que él mismo denominó "etapa pampeana extemporal". La majestuosidad de aquel paisaje da lugar a que en su pintura compositivamente axial con formas abstractas, la horizontal adquiera una gran presencia, el color y la luz importancia decisiva. Ilustra con 163 grabados "Pampa Roja", poemario de Fernando Demaría. En 1969 expone en Art Gallery Internacional, la importante sala de la calle Florida y dos años después su pintura Paisajes de luz a la luz eterna, culmina la etapa de la Pampa Blanca y será única representante de la plástica argentina en la Bienal Juvenil de París.



En 1972 muda su atelier a Cangallo al 1200. Dos años más tarde estableció en la casa de Estados Unidos Nº 329 su "Taller Libre" desde donde postula la autodisciplina y el trabajo con los colores primarios. Obtuvo el premio Alba en el LXI Salón Nacional de Artes Plásticas Argentino - Salón Municipal de Buenos Aires, Museo Eduardo Sívori y una obra suya es seleccionada por la Cancillería Argentina para ser donada - junto a la de otros nueve artistas nacionales - al edificio de la ONU en Nueva York -EUA.

Visita México en 1975 y poco después, enviudó. Con 36 años y sus dos hijos emprende viaje a Europa. En 1977 se casó con Iris Margarita Laconich. Vivieron en Caracas - Venezuela - donde transforma su historia plástica: no hay casi horizontalidad y sí una gran presencia vertical, con fuerte representación de las estructuras edilicias.

Luego, hacia 1979 en París - Francia - donde realiza su experiencia artística europea, incorporará modulaciones y veladuras, transparencias y empastes, granulaciones y placas metálicas, oro y plata y materiales como el grafito, arena y virutas de madera, recuperará el horizonte y el empleo del óleo. Se consagra con una muestra individual en Gallerie Bellechasse y una colectiva de Pintura Latinoamericana Contemporánea que luego se traslada a Japón. Mientras tanto, siguen los viajes a Buenos Aires donde trabaja en su taller de la calle Tres Sargentos.

En 1983 se radicó en Nueva York - EUA -, donde libera aún más su expresión con manifestaciones claras de energía y dinamismo de colores mediante el recurso a las diagonales, las curvas y el uso del óleo y de materiales como la madera sobre tela.
Allí consolida su etapa gestual. Realiza esculturas. No obstante, instala su reducto creativo en un señorial departamento de la calle Arroyo y Esmeralda de la ciudad de Buenos Aires y en 1985 presenta en el Centro Cultural Recoleta, su gran Exposición Retrospectiva. Cuatros años después, lo hará en el Senado de la Nación Argentina.



Siempre alternando su domicilio con su ciudad natal, se instaló en Miami, Florida - EUA, donde aparecen algunas insinuaciones figurativas y acentúa su recurrencia a lo material, lo que marca la experiencia informal en sus creaciones. En Estados Unidos participa de varias muestras colectivas y como consecuencia de una muestra individual que realiza en el Soho neoyorkino vendió once obras, una de ellas a un conocido marchand de aquel medio en 28.000 dólares. Por primera vez un pintor argentino vivo obtuvo una cotización internacional que supera a la que se consigue en su propio país. Por entonces, la muerte lo volvió a dejar sin su mujer.

En 1991 un mural suyo fue colocado en la Galería Sanyo de Tokio - Japón - y tres años después hizo otros para la sede de la Universidad de Morón: Los cuatro elementos, la Fuente de la Sabiduría, El Libro de Morón y Universitas. En 1997 se inauguraron Ídolos y Mito y Destino, para el estadio del Club Atlético Boca Juniors con motivo de su remodelación, y Camino del conocimiento para la Universidad de Belgrano. También dejó su testimonio de diseño color en el edificio Central Park, construcción de aproximadamente 45 mil metros cuadrados, situada en el barrio de Barracas, donde Pérez Celis en la calle California al 2000, tiene actualmente su taller artístico.

Es autor de la imagen que fue el símbolo del Festival Internacional de Buenos Aires 1999 organizado por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Ese mismo año, también con el auspicio del Gobierno porteño, presentó en Recoleta una exposición de sus cuadros junto a la nueva edición acompañada de interpretaciones visuales sobre "Hojas de Hierba", poema épico de Walt Whitman traducido por Borges.

En el año 2001 muestra Tributo en las Salas Nacionales de Exposición - Palais de Glace, de la ciudad de Buenos Aires, luego de dos exhibiciones en Miami. En octubre la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados de la Nación propuso "declarar de interés cultural la obra y trayectoria del artista plástico argentino Pérez Celis" (dictamen en base al expediente Nº 6063-D-2001, incluido en el Orden del Día Nº 3186)
Recientemente el Consulado General de la República Argentina en Miami - Florida - EUA, auspició la muestra que presentó en el Coral Springs Museum of Art entre el 8 de marzo y el 18 de mayo del año pasado.



Sus obras integran colecciones de museos y galerías de arte moderno, universidades, representaciones diplomáticas, entidades bancarias, grupos empresariales y de particulares nacionales e internacionales. Obtuvo premios y distinciones - fue condecorado en 1984 por el gobierno de Perú con la Orden del Sol en grado de Comendador -, ofreció conferencias en universidades e importantes centros culturales de nuestro país y el mundo.

Su afianzada raigambre porteña le permitió tomar temas instalados en el imaginario popular o colectivo dándoles tratamiento propio: el fútbol, la cruz, la Misa Criolla, el Obelisco, el tango, Carlos Gardel, Jorge Luis Borges, Astor Piazzolla entre otros, como senda para llegar al sentimiento popular. En el resultado percibimos una recreación con su propia impronta que los recontextualiza y les da un nuevo marco de comprensión.

"Se que se me podrá tachar de frío - manifestó alguna vez Pérez Celis - pero, realmente, no se que es la nostalgia. Tal vez, porque nunca siento que me voy del todo de lado alguno; o quizá, porque, vaya donde vaya, mi lugar de origen, el saberme argentino, sigue siendo lo más importante… Viajo pero me quedo, estoy, pero puedo no estar…"

Viajero incansable, capaz de rescatar de cada lugar lo más poético y creativo con renovación constante. Es sin duda, un protagonista de nuestro tiempo cultural.
El valor plástico de su fecunda producción artística, está reconocido acabadamente en el amplio panorama de la pintura latinoamericana y mundial contemporánea. Los vínculos profundos de su historia personal lo ligan a la ciudad de Buenos Aires, comunidad que lo vio nacer y donde desarrolló y genera aún en nuestros días desde su taller del barrio de Barracas una relevante actividad estética.

viernes, 12 de octubre de 2007

- FERNANDEZ MORENO -




BALDOMERO FERNANDEZ MORENO



Baldomero Eugenio Otto Fernández Moreno, primero de cinco hermanos, nace en Buenos Aires el 15 de noviembre de 1886, "en la holgura y la abundancia", en una amplia casa de la calle México. Sus padres, Baldomero Fernández y Amelia Moreno, comerciantes españoles, castellanos, gozan de una posición económica muy sólida, la que, sin embargo, se irá deteriorando paulatinamente, hasta alcanzar la ruina total. Es por este motivo que la infancia de Baldomero en la casa de la calle México 671 dura sólo tres años, ya que su padre debe rematarla, contrariando así los "deseos de eternidad" que lo habían llevado a construirla.

Poco después, la familia realiza un breve viaje a Europa. Tras permanecer en Buenos Aires cerca de tres años más, y contando Baldomero seis, la familia se dirige a España, esta vez con la intención de un arraigo definitivo. Así, en 1892, llega Fernández Moreno a Bárcena, la aldea paterna santanderina, enclavada en la montaña y de cara al mar. Pasa allí los años decisivos de la infancia, que habrían de dejar una impronta indeleble en su obra, y que evocará más tarde en La patria desconocida y en Aldea española. La prosperidad económica y la sencillez aldeana permiten a Baldomero acceder a una infancia venturosa.

Bien pronto comienzan para él los años de escuela. La escuela aldeana, a cargo de un solo maestro, ofrece una enseñanza rudimentaria, en la que se alterna la gramática con la historia sagrada y las matemáticas elementales. Núcleo fundamental de la aldea santanderina es la vieja iglesia románica, a la cual los Fernández concurren con asiduidad. Estas tempranas experiencias - las costumbres sencillas de la aldea, los juegos con los otros niños del lugar, los paseos a los pueblos lindantes y al mar fecundan para siempre al futuro poeta.




En el verano de 1897, Baldomero Fernández, tentado una vez más por la ambición de nuevas riquezas, regresa a la Argentina. Pronto llega el momento de cursar el bachillerato, y Baldomero ingresa al Instituto del Cardenal Cisneros.
En Buenos Aires, el nuevo alumno del Liceo Ibérico Platense se destaca por su conducta y aplicación, no obstante sorprenderle el rigor que allí se imprime a los estudios, bien lejos de la indulgencia de los años madrileños.

En este establecimiento de enseñanza comienza a descubrir a los poetas argentinos y americanos, y también a los españoles: Echeverría, Obligado, Núñez de Arce, Campoamor. Al mismo tiempo, se despierta en él una verdadera fiebre de lecturas, pero sin demasiado espíritu selectivo, pues lo que cae en sus manos en el hogar de comerciantes españoles importa una verdadera miscelánea.

Las constantes vicisitudes económicas de Baldomero Fernández tienen un vuelco favorable, y en 1902 la familia se traslada a una quinta del barrio de Almagro, que en algo les recuerda la magnífica casa de Bárcena. Pero esta prosperidad no dura mucho, ya que nuevas desdichas económicas obligan a Baldomero Fernández a realizar un viaje por Europa, verdadero comienzo del derrumbe económico de su casa. El joven concluye, en el viejo Nacional Central de su Elegía, sus estudios de bachiller.

Los próximos pasos de Baldomero consisten en el ingreso a la Facultad de Medicina, vocación que el niño había antepuesto siempre a la de comerciante que le señalaban sus padres. Entretanto, la ruina económica de la familia se ha acelerado, multiplicándose en los últimos tiempos las consabidas mudanzas; por último, han debido refugiarse en una vieja y alejada casa de Floresta. Durante estos años de soledad y de sacrificio, años de estudios intensos y, sobre todo, de lecturas constantes, se van delineando poco a poco las preferencias literarias del joven: primero, los "parnasos americanos, apeñuscados y pintorescos", son desplazados por las Rimas de Bécquer; luego vendrán Lugones, Darío y los hermanos Machado, en particular Antonio; más adelante, Baudelaire y Verlaine.

En 1912, tocan a su término estos años de estudio y de prácticas en el Hospital Español. El flamante médico recibe su diploma. Tiene veinticinco años, y mientras sus compañeros de Facultad han marcado ya el rumbo que han de seguir, él, indeciso, y además escindido por las contradicciones surgidas de su doble vocación, acepta visitar Chascomús a instancias de un amigo. No sin cierta indiferencia, decide quedarse, y muy pronto instala allí su consultorio. Son casi dos años de prueba en el pueblo bonaerense, donde el joven médico alterna el ejercicio de su profesión con el ejercicio de la poesía, en la que ya se empieza a escuchar su propia voz, despojada del tono imitativo de sus versos de adolescencia. Los pacientes son pocos y la vida pueblerina no ofrece mayores atractivos. Es necesario pasar el tiempo de alguna manera, y las veladas de póquer y truco en el Club Social o en el de Regatas son citas obligadas. El médico deja entonces Chascomús y, tras explorar algunos pueblos pampeanos, se instala a principios de 1914, en Catriló, localidad situada en medio de la pampa y la soledad.



En 1915, a instancias de los amigos, publica su primer libro de poesías: Los iniciales del misal.
El éxito de su primer libro, el entusiasmo y el desorden de la vida y de las amistades literarias, el café y la calle, imposibilitan casi totalmente su labor de médico, y ésta va cayendo en un abandono cada vez mayor.
En 1918, publica Por el amor y por ella, y al año siguiente, el 22 de enero, se casa con la inspiradora de estos poemas, Dalrnira del Carmen López Osornio a quien conoció en Chascomús. El matrimonio se instala en Huanguelén, naciente pueblito del sur de la provincia de Buenos Aires, donde reside. Allí escribe El hogar en el campo, reflejo del primer año de casado, que se publica recién en 1923.

Durante casi todo el año 1920, reside nuevamente en Buenos Aires, para volver luego a Chascomús, donde permanece hasta 1924: son los últimos años de su ejercicio de la medicina. En efecto, la escisión surgida de las contradicciones que le plantean sus dos vocaciones paralelas, la de médico y la de poeta. La crisis se resuelve con el abandono definitivo de la medicina, y ésta es reemplazada por el ejercicio del profesorado secundario: instalado definitivamente en Buenos Aires, donde residirá hasta su muerte, el poeta se muestra categórico en su decisión: aceptará unas cátedras, pero además serán de literatura e historia.

Al volver a Buenos Aires, el poeta retoma las caminatas interminables por la ciudad, allí suele encontrarse con algunas de las figuras más relevantes del mundo literario porteño: Alfonsina Storni, Enrique Méndez Calzada, Nicolás Coronado. De esos años data una amistad entrañable, que conservará hasta su muerte: la del uruguayo Enrique Amorim.
En 1919, había nacido su hijo César. Este acontecimiento llena al poeta de profunda felicidad. Más tarde, serán Dalmira, Ariel, Manrique y Clara, quienes harán que El hijo, publicado en 1926, se trasforme en Los hijos. Su mujer, los niños, la vida familiar, la tranquila felicidad doméstica, serán una constante en su poesía. La publicación de Versos de Negrita data de 1920. A esta altura de su producción, la base temática de su poesía ya está claramente delimitada, y será, a la larga, la de su Obra Ordenada: ciudad, pueblo, campo, amor, hogar. En 1921 y 1922 publica sus dos primeros libros de tipo acumulativo, es decir, colecciones escritas en un lapso determinado, que enriquecen los temas anteriores, pero no inauguran otros nuevos: ellos son Nuevos poemas y Mil novecientos veintidós.

Aldea española, escrita entre 1923 y 1924, recuerdo emocionado de los años de infancia en Bárcena, se publica en 1925. Esta rememoración lírica consagra definitivamente al poeta, y el reconocimiento oficial le otorga al año siguiente -1926- el Primer Premio Municipal de Poesía. Es éste también el año de la publicación de su libro El hijo. La mayoría de las composiciones que lo integran datan de los años de Chascomús, 1920-24.

La etapa -de formalismo poético que Fernández Moreno ha comenzado a practicar en Aldea española, se continúa en Décimas y Poesía (ambos de 1928) Sonetos (1929), Romances (1936) y Seguidillas (1936). En 1925 se funda la Sociedad de Escritores, núcleo generador de la actual SADE; y toca a Baldomero Fernández Moreno presidir su comisión directiva.



En 1937, un hecho sume al poeta en un profundo estado depresivo, provocándole un "descenso del nivel vital", que se prolonga hasta fines de 1939. Este hecho es la muerte de su hijo Ariel, de diez años de edad. Durante ese lapso, la cosmovisión del poeta se ensombrece, se vuelve oscura y desesperada. Esta visión cobra forma en una serie de breves poemas agrupados, que llevan el nombre de Penumbra, y que en conjunto sólo se publican en 1951, después de su muerte.

Sus obras Dos poemas y Romances y Seguidillas, ambas de 1936, resultan acreedoras al Primer Premio Nacional de Poesía correspondiente al período 1933-37.
El poeta adquiere una casa en Flores, instalándose en ella en 1938. La vida en este antiguo barrio de Buenos Aires, donde había pasado años de su juventud, y donde permanece hasta su muerte, da lugar a una serie de poemas. Al cumplirse los veinticinco años de la publicación de su primer libro, Las iniciales del misal, la SADE le dedica un estruendoso homenaje en el Teatro del Pueblo, que alcanza gran repercusión pública. 1943 marca la fecha de publicación de San José de Flores y La patria desconocida; primera parte de su autobiografía. pero a partir del año siguiente, el poeta cae en un nuevo estado depresivo, de características semejantes a las del anterior, y del que se irá recuperando muy lentamente.

En 1945 nace su primera nieta: comienza entonces a escribir los poemas que integrarán el Libro de Marcela, que se publica en 1951, en un solo volumen, con Penumbra.
Los seis últimos años de su vida transcurren en dura lucha con su insomnio y su equilibrio nervioso. "Todo me hace mal, lo exterior y lo interior. No sé nada de mí." "Es media tarde; y ya empiezo a temblar; la ansiedad viene con la noche".
En 1949, el poeta publica Parva, y al año siguiente, el 13 de junio de 1950, recibe una nueva consagración oficial: la Sociedad Argentina de Escritores le otorga el Gran Premio de Honor por este último libro, premio que encierra un reconocimiento a toda su obra.

Pocos días después, el 7 de julio, muere súbitamente, de un derrame cerebral.
Años atrás, había entregado a su hijo César una serie de disposiciones que, en caso de muerte, éste debía cumplir: "No se permitirá absolutamente a nadie, ni al pariente más cercano, la entrada a mi casa." Y mi deseo es que en un taxi cualquiera me acompañe hasta donde sea mi hijo César, absolutamente solo". Sin embargo, se lo vela en la Casa del Escritor. En tal sentido, aclara César Fernández Moreno "No cumplí estas instrucciones: las consideré revocadas por los años de plenitud que él alcanzó a vivir entre 1940 y 1944. Habían pasado doce años, ahora era otra muerte." Y más adelante: "Pero no pude hacerme dueño único de su muerte: me pareció que pertenecía a todos, como su vida. ¿No lo había dicho él mismo?.

Obtuvo entre otras merecidas recompensas, el Primer Premio Nacional de Literatura, y fue objeto, al cumplir sus bodas de plata con la poesía, en 1940, de un gran homenaje en el Teatro del Pueblo.


Colaboró en La Prensa, La Nación, Caras y Caretas y otras publicaciones.
Ganó el Premio Nacional y el premio Municipal de las Letras.
Fue un gran lírico que con extrema dedicación le cantó al amor y a la tierra.
Obra en poesía: "Las iniciales del misal" (Buenos Aires, 1915; (Interdio provinciano) (1916), "Ciudad" (1917), "Por el amor y por ella"(1918).

"Campo", "Campo argentino" (1919), "Versos de Negrita" (1920), "Nuevos poemas" (1921). "Canto de amor, de luz y de agua (1922), "El hogar en el campo" (1923), "Aldea española"(1925), "el hijo" (1926), "Decimas" (1928), Poesía" (1928) "Sonetos" (192(), " Ultimo cofre de negrita" (1929), "Cuadernillos de verano" (1931), "Romances" (1936), "Yo, médico; yo, catedratico" (1941), "Buenos Aires: ciudad, pueblo, campo" (1941), "Tres poemas de amor" (1941) , "Sonetos cristianos" (1942), "Antología", 1915-1945 (Buenos Aires, 1945. Varias ediciones de la antología.


Setenta balcones y ninguna flor

Setenta balcones hay en esta casa,
setenta balcones y ninguna flor...
A sus habitantes, Señor, qué les pasa
Odian el perfume, odian el color.

La piedra desnuda de tristeza agobia,
dan una tristeza los negros balcones
No hay en esta casa una niña novia
No hay algún poeta bobo de ilusiones
Ninguno desea ver tras los cristales
una diminuta copia de jardín?

En la piedra blanca trepar los rosales,
en los hierros negros abrirse un jazmín
Si no aman las plantas no amarán el ave,
no sabrán de música, de rimas, de amor.
Nunca se oirá un beso, jamás se oirá un clave...
Setenta balcones y ninguna flor.

En la piedra blanca trepar los rosales,
en los hierros negros abrirse un jazmín
Si no aman las plantas no amarán el ave,
no sabrán de música, de rimas, de amor.
Nunca se oirá un beso, jamás se oirá un clave...
Setenta balcones y ninguna flor.