martes, 4 de marzo de 2008

- SCHUBERT -




Un grande de todos los tiempos


Franz Peter Schubert nace un 31 de enero de 1797.

Fue un gran compositor austríaco. Escribió alrededor de 600 canciones, nueve sinfonías y trece óperas, incluyendo su primer trabajo en alemán, Die Bürgaschaft. Schubert ha sido particularmente admirado por su genio, su original melodía y por sus armónicas composiciones.

Aún, durante su vida, la apreciación pública de su trabajo estuvo, en su mayoría, limitada a lo mejor. El nunca fue capaz de asegurarse un empleo permanente y la mayor parte de su carrera fue sostenida por sus familiares y amigos. Sin embargo, el interés en sus trabajos se incrementó dramáticamente luego de la muerte de éste en 1828.





A los cinco años, Franz comenzó a recibir instrucción regular a través de su padre y un año después se matriculó en la escuela Himmelp Fortground. Su formal educación musical también comenzó durante la misma época. Su padre continuó enseñándole rudimentariamente la ejecución del violín.

A los siete años, Schubert fue colocado bajo la instrucción de Michael Holzer. Las lecciones de Holzer parecían consistir principalmente en conversaciones y expresiones de admiración, y el joven se hizo más conocido con un amigable aprendiz de carpintero quien solía llevarlo al almacén de pianos de un vecino donde se le dio la oportunidad de practicar con mejores instrumentos. Desafortunadamente, la precaria educación musical de Schubert nunca fue enteramente suficiente.

El año 1815 fue el período más prolífico de la vida del autor; en 1816 su suerte cambió repentinamente. Cierta vez, Spaun lo sorprendió en la composición de Erlkönig (D.328, publicado como el Opus 1). Unas pocas semanas después Franz von Schober, un estudiante de una buena familia y algo tacaño, que había escuchado algo de las canciones de Schubert en la casa de Spaun, fue a visitar al compositor y le propuso abandonar su vida de escuela y darle su libertad para practicar su arte en paz.





La propuesta era particularmente oportuna para Schubert pues había pedido el puesto de Kapellmeister en Laibach (el nombre alemán para Ljubljana) el cual le había sido negado, y además, le sirvió para darse cuenta de la extrema esclavitud del aula. El padre le dio su consentimiento y antes del fin de la primavera estaba instalado como invitado en los aposentos de Schober. Por un tiempo, él intentó incrementar sus recursos hogareños dando lecciones musicales, pero fueron prontamente abandonadas, y se dedicó devotamente a la composición.

“Escribo todo el día” le comentó él a un visitante, “Y cuando he acabado con una obra, comienzo otra”. En el medio de su actividad creativa, su salud se fue deteriorando. El luchaba contra la sífilis desde 1822. La enfermedad final tal vez halla sido fiebre tifoidea, si bien otras causas habían sido propuestas; algunos de sus síntomas finales cuadran con los de envenenamiento por mercurio (el mercurio era un tratamiento muy común contra la sífilis, a comienzos del siglo XIX). A pesar de ello, no había evidencia suficiente como para hacer un diagnóstico definitivo. Su consolación durante su enfermedad terminal era la lectura, y se convirtió en un fan apasionado de los escritos de James Fenimore Cooper.





Schubert murió a lo 31 años, el 19 de Noviembre de 1828 en el apartamento de su hermano Ferdinand en Viena.

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